Los efectos negativos del cambio climático son cada vez más patentes y difíciles de negar. Desde el principio del siglo XX, la temperatura media de la Tierra ha aumentado 0,6ºC, y el nivel del mar ha subido alrededor de 10 cm.
En el caso concreto de España, el efecto más preocupante e inminente es el de la disminución de precipitaciones y la consecuente sequía. El estrés hídrico y las altas temperaturas favorecen también la proliferación de especies invasoras, para las que las nuevas condiciones climatológicas son más favorables. Otra consecuencia del cambio climático en el territorio español es el de la pérdida de suelo fértil, que conduciría a una progresiva desertificación, siendo Andalucía un área especialmente sensible a este problema.
El ser humano tiene la clave para reducir todos esos efectos negativos. Para ello, se desarrollan programas con medidas de mitigación y de adaptación al cambio climático.
Pero, ¿en qué se diferencian las medidas de mitigación y de adaptación? Las medidas de adaptación son aquellas destinadas a actuar sobre los impactos que ya se han producido debido al cambio climático. En cambio, las de mitigación se centran en las causas, es decir, en la prevención antes de que se haya producido el impacto.
Existe una organización internacional, el IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change, o Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, en español), creado en 1988 para ofrecer una visión científica del estado actual de los conocimientos sobre el cambio climático y sus posibles repercusiones medioambientales y socioeconómicas.
Medidas de mitigación del cambio climático
Según IPCC, la mitigación del cambio climático consiste en la “Intervención humana encaminada a reducir las fuentes o potenciar los sumideros de gases de efecto invernadero.”
Algunas de esas medidas de mitigación son las siguientes:
- Utilizar de energías renovables
- Promover la eficiencia energética
- Fomentar del uso del transporte público
- Planificación y gestión sostenible de los recursos
- Captura de carbono
Medidas de adaptación al cambio climático
Según el IPCC, “La adaptación al cambio climático es el proceso de ajuste al clima real o proyectado y sus efectos. En los sistemas humanos, la adaptación trata de moderar o evitar los daños o aprovechar las oportunidades beneficiosas. En algunos sistemas naturales, la intervención humana puede facilitar el ajuste al clima proyectado y a sus efectos.”
Como ejemplos de medidas de adaptación, están:
- Construir infraestructuras más seguras, que sean capaces de soportar, por ejemplo, inundaciones
- Reforestación de bosques
- Promover el cultivo variado, por si alguna cosecha en concreto se ve amenazada
- Investigación sobre la evolución de las temperaturas y precipitaciones
- Medidas de prevención, como planes de evacuación
Si estás interesado en seguir la evolución de las medidas que se llevan a cabo en Andalucía en materia de Cambio Climático, puedes visitar el Portal Andaluz del Cambio Climático, donde la Junta de Andalucía publica distintos informes relacionados con el cambio climático, como el Informe sobre la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en Andalucía.
Desde el proyecto Life Adaptamed nos centramos en el desarrollo de medidas de gestión adaptativa, es decir, de medidas de adaptación para favorecer la capacidad de autorregeneración de los ecosistemas de Doñana, Sierra Nevada y Cabo de Gata ante los efectos del cambio climático.