

El peligroso patógeno invasor Phytophthora cinnamomi ha sido detectado en el 88,4% de las muestras de raíz y el 62% de las muestras de suelo entre los 60 alcornoques de Doñana testados en el marco de LIFE Adaptamed. Treinta de estos alcornoques (Quercus suber) están siendo tratados mediante inyecciones de Fosetil-aluminio, en una acción conjunta con la Estación Biológica de Doñana (CSIC). El objetivo del tratamiento es potenciar la capacidad de respuesta de los alcornoques contra el oomiceto patógeno causante de la muerte de raíces absorbentes de agua y nutrientes, para proteger los servicios ecosistémicos procedentes del alcornocal.
Un patógeno invasor que imita los efectos de la sequía
Catalogado como una de los 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, el oomiceto Phytophthora cinnamomi ataca las raíces absorbentes de plantas leñosas como los alcornoques mediterráneos, reduciendo su aporte de agua y nutrientes y provocando la marchitez foliar, la defoliación y el puntisecado de ramas. Este oomiceto o psuedohongo patógeno puede llegar a provocar la muerte súbita de los alcornoques en unas pocas semanas, si la infección es previa a un periodo de sequía, o pervivir sin manifestarse claramente durante meses y años, si le sigue un periodo húmedo y fresco, tiempo durante el que el alcornoque puede ejercer como transmisor del patógeno.
A pesar de su carácter acuático, favorable a suelos húmedos, una vez instalado en las raíces infectadas el género Phytophthora es capaz de formar esporas de supervivencia (clamidosporas), dotadas de una alta resistencia a la sequía y las temperaturas extremas.
Particularmente en Doñana, los datos muestran un decaimiento de la masa forestal de los alcornocales junto con una menor capacidad de respuesta del ecosistema frente al cambio climático.
Un tratamiento para estimular la resistencia de los alcornoques al cambio climático
El tratamiento basado en las inyecciones de Fosetil-aluminio tiene un carácter fundamentalmente fitoactivador, es decir, estimula los mecanismos naturales de defensa de los árboles, para impedir la infección o la colonización de sus tejidos, mediante la inducción de cambios fisiológicos en la planta. La efectividad del Fosetil-Al en la prevención de la enfermedad de las raíces causada por el P. cinnamomi está avalada por varios ensayos en encinas y alcornoques, destacando la mejora del efecto preventivo del fosfito potásico. Este tratamiento, por lo tanto, no sirve como medida curativa. Se debe aplicar a ejemplares sanos que se encuentran en riesgo de infectarse.
A pesar de tratarse de un tratamiento de carácter no fungicida, la inyección en el tronco del árbol evita que el producto se filtre al resto del ecosistema, de manera que no penetre en el suelo y las corrientes de agua. Para insertar los inyectores, se realizan agujeros en el tronco de unos 5-6 cm de profundidad empleando un taladro eléctrico.
Dado que el riesgo de infección por P. cinnamomi es mayor durante la temporada lluviosa, los trabajos de campo se han realizado en otoño. Esto evita además coincidir con la época de reproducción de rapaces como el águila imperial y los milanos, garzas coloniales o incluso la temporada de parto de los linces. También durante este periodo las hembras del lince pueden usar los alcornoques para parir.
Resultados del aislamiento en laboratorio 
El estudio de la presencia de P. cinnamomi y otros hongos o psuedohongos en las raíces y suelo de los 60 alcornoques detectó el hongo patógeno principalmente en la superficie de las raíces. Sólo el 6,6% de los Alcornoques testados no presentaron presencia de P. cinnamomi ni en raíces ni en el suelo.
Por otro lado, en las conclusiones del estudio se contempla la posibilidad de crear mapas de patógenos, para analizar el tipo de respuesta de este compuesto atendiendo a los distintos tipos de suelo desde el punto de vista físico, químico y biólogico.
El siguiente mapa muestra la localización de los alcornoques muestreados y cuáles de ellos fueron tratados posteriormente.
En otoño del 2020 se volverá a tomar muestras de suelo y raíz para comprobar si existen diferencias entre los 30 alcornoques tratados el año anterior y los 30 ejemplares que sirven de control.
Proteger y regenerar el bosque mediterráneo de Doñana y sus servicios ecosistémicos
El declive de los bosques de Quercus en Doñana significaría graves pérdidas para la producción de materias primas como el corcho, pastos como la bellota, productos apícolas o plantas aromáticas. Potenciando la resiliencia de los alcornoques y del monte mediterráneo, LIFE Adaptamed contribuye a conservar valiosos servicios ecosistémicos, incluyendo otros servicios indirectos como la producción de oxígeno, la captación de CO2, la retención de suelo, la regulación hídrica, la provisión de hábitat para la fauna y flora o los valores paisajísticos.
Esta actividad forma parte de una acción centrada en fomentar la heterogeneidad del monte mediterráneo de Doñana y mejorar su estructura, incrementando su capacidad de respuesta frente al cambio climático. Se parte de la premisa de que un monte con una estructura más heterogénea, con densidades óptimas de árboles y matorral noble y un mejor estado fitosanitario, proporcionará una mayor variedad y calidad de servicios ecosistémicos, al albergar una mayor biodiversidad.
Asimismo, se empleará una estrategia de regeneración asistida mediante la plantación de ejemplares jóvenes, esquejes o siembras procedentes de individuos reproductivos locales. Precisamente patógenos como los Phytophthora han sido encontrados en la mayoría de viveros forestales del Mediterráneo, por lo que se estima puede haber sido extendido durante acciones de repoblación. Empleando semillas para preservar la integridad genética y la vitalidad de las futuras plantas, se pretende reducir el riesgo de propagación de plagas y aumentar su capacidad de adaptación al medio.