A través de las acciones de gestión y adaptación de ecosistemas al cambio climático, LIFE Adaptamed pretende también contribuir a enriquecer las estrategias ambientales de la Unión Europea. El análisis de los actuales marcos europeos evidencia la necesidad de ampliar los actuales enfoques para atender los retos y particularidades de los espacios naturales del Mediterráneo.
Los bosques mediterráneos, los más biodiversos de Europa
Conforme a la actual Estrategia Europea en Favor de los Bosques y del Sector Forestal, los bosques son fundamentalmente valorados según su capacidad de aprovechamiento para la producción de madera y biomasa. Sin embargo, este paradigma debe ser reconsiderado en los bosques mediterráneos, cuyo potencial para estos usos es limitado. En cambio, en el contexto europeo estos bosques atesoran niveles de biodiversidad destacados. Es decir, los servicios ecosistémicos aportados por la biodiversidad han de ser adecuadamente valorizados en una estrategia forestal.
Servicios ecosistémicos: un concepto clave para revalorizar la masa forestal
Tanto la Estrategia Europea para la Biodiversidad 2030, como la Estrategia Europea en favor de los bosques y del Sector Forestal conceden especial protagonismo al concepto de servicios ecosistémicos. El uso cada vez más extendido de este concepto evidencia un avance en la manera de justificar la importancia y utilidad de las medidas de conservación ambiental. Más allá de la visión tradicional centrada en la mera conservación de especies, este novedoso enfoque pone énfasis en los procesos ecológicos y en la capacidad de los ecosistemas de proveer servicios a las sociedades.
“Estamos virando del concepto de #EspacioProtegido al concepto de #EspacioProtector” – @jcabellopi Profesor en @ualmeria nos cuenta cómo #LIFEAdaptamed trabaja para concienciar sobre los servicios ecosistémicos de nuestras #áreasprotegidas en este vídeo📽️👉https://t.co/lWaCCMcgn3 pic.twitter.com/kqsrevdool
— LIFE Adaptamed (@lifeadaptamed) March 27, 2020
En este sentido, LIFE Adaptamed ha trabajado, entre otros, en el manejo de masas forestales y la gestión de ecosistemas clave para la Directiva Hábitats como el azufaifar (Cabo de Gata), el enebral (Sierra Nevada) y los Quercus de montaña , incrementando la resiliencia de estos ecosistemas a los efectos del cambio climático, además de reducir el riesgo de plagas, incendios, erosión y pérdida de suelo, para contribuir a preservar su capacidad de proveer servicios ecosistémicos.
Proteger el suelo Mediterráneo y mejorar su conectividad
Buena parte de las acciones que se llevan a cabo en el marco del proyecto Life Adaptamed ponen su foco en el suelo y su importancia como sostén de diferentes estructuras esenciales del ecosistema. Estas aproximaciones inciden y vienen a aportar conceptos y criterios de enorme interés para la Estrategia Europea de Protección del Suelo.
Haciendo hincapié en su multifuncionalidad, es decir, en la amplia variedad de servicios ecosistémicos proporcionados por los espacios protegidos, se considera de enorme importancia fomentar la integración de los espacios en una red de infraestructuras verdes a nivel europeo, que a su vez desempeñe un papel clave en el incremento de la capacidad de adaptación al cambio climático para especies y ecosistemas.
Los ecosistemas mediterráneos tienen unas características y necesidades distintas de los centroeuropeos
En lo que respecta a las estrategias europeas de adaptación al cambio climático, consideramos que las enseñanzas derivadas de Life Adaptamed presentan un gran interés y una enorme repercusión potencial. Esto es sobre todo en lo que se refiere a la gestión de ecosistemas clave en el ámbito mediterráneo. Valgan como ejemplo los enfoques para una mejora de la capacidad adaptativa en masas forestales de pinar de repoblación, las cuales representan una fracción considerable de los bosques mediterráneos de coníferas. Esta ampliamente demostrado que las estrategias de manejo para fomentar la capacidad adaptativa difieren en función de numerosas casuísticas: estructura y composición del bosque, situación geográfica, usos del pasado y otros.
Los ecosistemas mediterráneos habitualmente no están correctamente representados en estas políticas de adaptación, que con frecuencia se basan en la experiencia adquirida en ecosistemas centroeuropeos. Se hace necesario, por tanto, adaptar las directrices y orientación vertidas en estas políticas a las peculiaridades intrínsecas a los complejos ambientes el sur de Europa, en donde los entramados ecológicos suelen ser más complejos frutos de una mayor diversidad. A la vez, estos ecosistemas están más impactados por el cambio climático debido a su situación climática límite.