Expertos de todo el mundo coinciden en señalar que el cambio climático y las invasiones biológicas son procesos que se retroalimentan, representando en su conjunto una grave amenaza para la conservación de la biodiversidad global. El calentamiento de la atmósfera y los océanos, junto a la proliferación de eventos extremos como inundaciones, sequías y olas de calor están provocando una nueva distribución espacial de los climas en la Tierra.
En este contexto de variabilidad climática es donde las Especies Exóticas Invasoras (EEI) han logrado extenderse con éxito gracias a su enorme y rápida capacidad de adaptación a nuevos hábitats con condiciones ambientales diferentes. El mosquito tigre, la cotorra argentina, el mejillón cebra, el camalote, la uña de gato, la avispa asiática y el cangrejo americano son algunas de las más de 300 especies invasoras presentes en la Península Ibérica. Han irrumpido en parques de toda la geografía nacional y los espacios naturales andaluces no han sido una excepción. De hecho Doñana es uno de los más afectados por su presencia.
Qué son estas especies y dónde proliferan
La Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, define una Especie Exótica Invasora como “aquella que se introduce o establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural y que es un agente de cambio y amenaza para la diversidad biológica nativa, ya sea por su comportamiento invasor, o por el riesgo de contaminación genética”. Son, por tanto, plantas, animales u otros organismos introducidos por medio de actividades humanas que causan daños sobre la biodiversidad, los servicios del ecosistema y el bienestar humano. Este deterioro permite diferenciarlas de las especies exóticas, una mayoría sin impactos negativos.
Las EEI pueden causar alteraciones graves en los ecosistemas naturales donde se introducen e incluso la extinción local de las especies autóctonas ya sea por predación, competencia por el alimento, alteración del hábitat, hibridación o transmisión de parásitos y enfermedades. Entre los parques más vulnerables a estas invasiones se encuentran los insulares y los de hábitat acuático como Doñana debido, entre otros factores, a que el agua es el medio donde las exóticas son más difíciles de detectar y, por tanto, de gestionar.
Cuáles son las más numerosas
Aunque el término especie exótica invasora se suele asociar de forma rápida con animales, lo cierto es que de las EEI localizadas en los parques nacionales, el 72% son plantas. En Doñana se realizan labores periódicas para la eliminación de EEI vegetales como son los eucaliptos, mimosas, árbol de la seda, tabaco moruno y uña de gato, además de jacintos de agua o camalotes en el área de influencia del parque. En Sierra Nevada es fácil encontrar por ejemplo panizo, una mala hierba capaz de transformar la hidrología y ciclos de nutrientes y que además es tóxica para los herbívoros.
Entre los mamíferos carnívoros destacan el mapache, con presencia en Doñana, y el visón americano, que es una amenaza directa para el visón europeo, en situación crítica. Entre las aves hay numerosos ejemplos como las cotorras argentina o la de Kramer pero el más paradigmático quizás sea el de la malvasía canela, que está acabando por hibridación con la malvasía cabeciblanca, especie catalogada en peligro de extinción.
El fenómeno invasivo se revela con mayor trascendencia entre los insectos, que están fuertemente influenciados por el clima, y los peces, por la fragilidad de los ecosistemas fluviales y la costumbre de introducir especies para la pesca deportiva. Tampoco han escapado a sus efectos ni los reptiles ni los invertebrados, con especies como el mejillón cebra o el cangrejo americano, que están provocando un cambio drástico en la ecología del medio.
Prevención y concienciación como herramientas clave
Expertos y ecologistas coinciden en señalar que la prevención y la concienciación son las herramientas clave para combatir este fenómeno que cuesta a la Unión Europea unos 12.000 millones de euros anuales. De ahí que la Comisión Europea (CE) vigile que sus Estados miembros cumplan con el Reglamento nº1143/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de octubre de 2014 sobre la prevención y la gestión de la introducción y propagación de especies exóticas invasoras que entró en vigor en enero de 2015.
Precisamente la prevención es unos de los principales objetivos del proyecto BioCambio, realizado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad y del Ministerio para la Transición Ecológica, que busca anticipar los riesgos asociados al cambio global en la Red de Parques Nacionales. Su objetivo es servir de ayuda en la gestión de las especies exóticas invasoras ya presentes.
Si se detecta una nueva especie exótica invasora, en especial si está incluida en el Catálogo español de especies exóticas invasoras es muy importante que se ponga en conocimiento de la autoridad ambiental de la Comunidad autónoma correspondiente. También puede notificarse al Ministerio para la Transición Ecológica que lo transmitirá, a través de su Red de Alerta a las diferentes comunidades autónomas.
1 Comentario. Dejar nuevo
Que bueno, lo primero es la concienciacion y la prevencion. Al respecto, en el Peru cuando se tomaran medidas