Los bosques de todo el mundo se enfrentan a una gran variedad de amenazas, como pueden ser el cambio climático, la deforestación, los incendios, el cambio de usos del terreno, la disminución de biodiversidad… La que hoy nos ocupa es la amenaza de las plagas forestales.
Una plaga forestal es la alteración del equilibrio natural de un ecosistema determinado, provocada por organismos ajenos al hábitat o, en muchas ocasiones, debido al aumento de la densidad de poblaciones de insectos, hongos u otros organismos que habitan de forma permanente en ese bosque. Dependiendo de la gravedad y duración de la plaga, todo el ecosistema puede llegar a verse afectado.
Las plagas pueden afectar al crecimiento de los árboles, a su vigor e incluso a su supervivencia. Desde el punto de vista económico, la calidad y el rendimiento de los productos que se obtienen de esos árboles, ya sea madera, frutos o corcho, puede disminuir notablemente.
Los insectos defoliadores
Entre los insectos que causan plagas, podemos distinguir los denominados defoliadores. Estos insectos causan daños directamente sobre las hojas del árbol, alimentándose de ellas. Como consecuencia, los árboles ven reducida su capacidad para hacer la fotosíntesis. Si el ataque de la plaga es continuado, el árbol decae poco a poco, frenando su crecimiento y pudiendo llegar a morir si el caso es extraordinariamente grave.
Los daños provocados por estos insectos son fácilmente reconocibles: si nos fijamos en las hojas del árbol, podremos ver perforaciones, hojas de las que solo quedan las venas, o restos de peciolos sin hojas, en los que el insecto ha devorado la hoja por completo.
En el sur de España, la principal plaga causada por un defoliador se da en las encinas, por Tortrix viridana, que puede provocar daños en la producción de bellota. Además, en el caso de los árboles de hoja perenne como la encina, los efectos de la defoliación son más severos que en los árboles de hoja caduca.
La defoliación de la encina causada por Tortrix viridana
Tortrix vidriana, comúnmente conocida como lagarta verde, es un pequeño lepidóptero nocturno, de la familia de los tortrícidos. Las mariposas adultas son de color verde claro, tanto el macho como la hembra, y tienen un tamaño de unos 8 mm y 20 mm de envergadura.
Tras pasar el invierno en estado de huevo, las orugas nacen en primavera, coincidiendo con el inicio de la foliación de los árboles de los que se alimenta. De esta manera, destruyen los brotes de año. Conforme la oruga va creciendo, aumenta su voracidad, hasta que tras unos treinta días después de su nacimiento, crea la crisálida. Mientras tanto, tanto la oruga como la crisálida sirven de alimento para distintas especies de pájaros, lo que equilibra el ecosistema.
En caso un crecimiento descontrolado de la población, los daños pueden provocar grandes pérdidas económicas para los agricultores y ganaderos de la zona, ya que se pierde la cosecha de bellota de ese año, que normalmente se aprovecha para alimentar el ganado.
¿Cómo combatir sus daños?
El momento ideal para combatir los daños de este insecto es durante su fase de oruga, aplicando productos fitosanitarios que siempre deben cumplir la normativa vigente. Además, el seguimiento de plagas forestales es un factor importante para controlar las poblaciones de estos insectos y evitar que crezcan de manera descontrolada, causando daños que se traducirán en pérdidas medioambientales y económicas.
Desde Life Adaptamed trabajamos por mantener la biodiversidad y el equilibrio ecológico en los bosques de los Espacios Naturales de Cabo de Gata, Sierra Nevada y Doñana. El objetivo es conseguir que dichos bosques sean más resilentes a las alteraciones derivadas del cambio climático y otras amenazas, como plagas o incendios forestales.
Para ello, realizamos visitas periódicas, 2 veces al mes, en las que se identifican los daños en el arbolado y se establece cuál ha sido la especie causante. Gracias a esto, hemos detectado variaciones en el ciclo de comportamiento de especies de plagas ya conocidas en la zona, así como la aparición de algunas nuevas. Seguimos estudiando cómo afecta el cambio climático al comportamiento de las plagas y a la vulnerabilidad de la masa forestal, para poder establecer una serie de recomendaciones de gestión que hagan posible un mejor manejo de los bosques frente a las plagas en el futuro.
1 Comentario. Dejar nuevo
Un proyecto muy interesante para conocer los efectos del cambio climático en la fauna. Es muy importante trabajar de cara a tener un entorno saludable lleno de vida y vegetación