El cambio climático y los problemas ambientales y socioeconómicos que a él se asocian constituyen el mayor desafío al que se enfrenta en la actualidad nuestra sociedad. En la actualidad, existe gran consenso científico, político y también de la sociedad en general sobre la magnitud de los impactos que involucra la actividad humana sobre el Sistema Tierra. Los informes más recientes del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ponen claramente de relieve que la atmósfera y los mares se están calentando, las concentraciones de gases de efecto invernadero han aumentado hasta alcanzar niveles sin precedentes y ha incrementado la frecuencia e intensidad con la que se producen fenómenos climáticos extremos (olas de calor, olas de frío, lluvias torrenciales, tornados o ciclones). Estos y otros factores se producen como consecuencia de un cambio climático global e implican severas consecuencias sobre la agricultura, la ordenación del territorio, la distribución de la biodiversidad y los tiempos y lugares donde se producen y consumen los servicios ecosistémicos. Simultáneamente, involucran una mayor probabilidad de riesgos naturales que se traducen en catástrofes de diferente índole, como avenidas, pérdidas de cosechas, aparición de enfermedades emergentes, expansión de especies exóticas invasoras, decaimiento forestal, plagas forestales y otros desequilibrios biológicos. En la Cuenca Mediterránea, estos cambios en el clima se antojan espacialmente graves debido a una dilatada trayectoria de explotación humana, lo cual implica complejas respuestas de los sistemas biofísicos en donde cambios de usos del suelo y cambio climático interaccionan con implicaciones que a menudo no son fácilmente predecibles. La intensidad de los efectos del cambio global es muy variable entre regiones y, desde luego, Andalucía es una de las regiones de Europa más vulnerables.
Cambio climático y cambio global:
El cambio climático es uno de los principales motores de cambio global. Probablemente, el motor más importante junto con los cambios de usos del suelo. El concepto ‘cambio global’ es, por tanto, mucho más amplio e involucra una serie de modificaciones sobre el sistema tierra como consecuencia de la actividad humana.