UNA APROXIMACIÓN SISTEMÁTICA
Tradicionalmente la gestión de los ecosistemas ha carecido de un sistema de evaluación de las actuaciones implementadas que permita conocer la efectividad de las mismas. Ante esta gestión tradicional, carente de seguimiento, surge el concepto de gestión adaptativa. El término gestión adaptativa involucra una aproximación sistemática para la mejora de la gestión de los recursos a través del aprendizaje de los productos de la gestión.
El objetivo general puede ser alcanzado a través de diferentes pasos:
De forma resumida, este esquema de manejo de los ecosistemas implica plantearse desde un el principio las preguntas relevantes, definiendo los objetivos que se espera conseguir con las actuaciones y concretando los aspectos metodológicos y analíticos necesarios para abordarlos, planificando el papel y los roles que han desempeñar cada uno de los actores implicados (gestores, investigadores y otros grupos de interés involucrados). En este sentido, es importante fomentar la coordinación entre grupos de interés implicados, auspiciando una sincronización entre la generación de conocimiento científico y su aplicación en el proceso de toma de decisiones
Fomentar la adaptación frente al Cambio Global representa favorecer la capacidad de autoorganización de los ecosistemas, usando como herramientas ecológicas la diversidad funcional y la heterogeneidad espacial.
Las actuaciones puestas en marcha desde Life Adaptamed son un buen ejemplo de gestión adaptativa cuyo objetivo es mejorar la capacidad de adaptación y la resistencia y resiliencia de ecosistemas clave de Andalucía frente al Cambio Climático. Todo ello, bajo el horizonte final de proteger servicios ecosistemicos.
La puesta en marcha de estrategias de gestión adaptativa con carácter demostrativo es la piedra angular del proyecto Life Adaptamed.
En este proyecto se han diseñado acciones de manejo de ambientes andaluces clave (monte mediterráneo, matorrales predesérticos, azufaifares, bosques de pino y encinares y robledales de montaña) teniendo en cuenta un diseño experimental que permita obtener mediciones a diferentes niveles del ecosistema que nos informen sobre la idoneidad y repercusiones de las diferentes opciones implementadas.
De este modo, podremos saber cuáles son las prácticas de manejo de un pinar o de un alcornocal, por ejemplo, que mayores y mejores consecuencias tienen sobre el ecosistema. Las prácticas de manejo que están siendo evaluadas son aquellas que se han venido utilizando más habitualmente y forman parte del abanico de opciones de gestión consideradas por los gestores de los Espacios Protegidos en los procesos de toma de decisiones.